VACACIONES EN LA
ALTA EXTREMADURA
SIERRA DE GATA SANTIBÁÑEZ EL ALTO 2014
Caminante que al andar haces camino, dime
que camino he de seguir para llegar a Santibáñez el Alto, a La Casa Rural del
Tío Benito “El Estanquero".
Viajero, si vienes del norte a Salamanca
llegarás y Ciudad Rodrigo visitarás, por el rio Águeda pasarás y paralelo a
Portugal, desde el Puerto de Perales, rodeado de pinos estarás y que tus
pulmones de oxigeno llenarán y en el Ápice de una sierra
a Santibáñez verás, que con sus murallas admirarás. Viajero, si vienes del Este, Barcelona, Madrid, Plasencia
pasarás y rumbo a Portugal en la carretera Valverde, un cruce hallarás, que
escalando la sierra, un bosque de robles contemplarás y en el fondo un castañar
verás con una fuente que por una hoja de castaño el agua cristalina se
deslizará del tal salubridad y de frescor que hielo te parecerá y a poco en
Santibáñez estarás. Si vienes del sur, Cáceres, Coria, y pasando por Fatela y
Wllasbuenas en Santibáñez, a poco estarás. Si del oeste viajas, la frontera
portuguesa dejarás y pasando por Hoyos en Fatela te encontrarás y desde aquí
pronto a Santibáñez llegarás, donde La Casa Rural del Tío Benito encontrarás,
donde habrás hecho la reserva anticipada en el teléfono: 927.44.12.19.
Santibáñez merece ser visitado por ser uno de los pueblos más bonitos y
admirados por los visitantes, se halla en la Sierra de Gata, en la alta
Extremadura, su altitud, oscila entre los 1.100m y los 1.300 metros desde el
nivel del mar, la superficie que tiene es de 10.127 hectáreas, aunque es el
pueblo de mayor extensión de todos los colindantes, tiene un padrón de unos
500habitantes y linda con los siguientes municipios: Wllasbuenas de Gata, Torre
de Don Miguel, Cadalso (que se halla rodeado por el término de Santibáñez),
Descarga maría ,Pino franqueado (pueblo que pertenece a las Hurdes), Hernán
Pérez, Villa del Campo, Guijo de Coria, Calzadilla,
La
Moheda, Wllasrrubias, Peña Parda (estas dos últimas pertenecen a la provincia
de Salamanca) y las dehesas del Fresno y Jara llana del término de Gata.
Sus
habitantes viven, principalmente, de la ganadería y del olivar por su
producción de aceite de altísima calidad, es la segunda mejor de España,
después de la de Caspe (en el bajo Aragón, Zaragoza), la calidad de nuestros aceites es tan buena que hasta Italia nos la compra para
venderla como suya. En la zona norte
del pueblo, en invierno la nieve siempre verás, por el contrario, en la zona
sur, la dehesa y en la zona de
Concentración Parcelaria donde un gran bosque de encinas hay, nunca la nieve
verás, puedes contemplar un paisaje excepcional de gran belleza y de gran riqueza a
tener presente su variedad de vegetación, sus valles y sus aguas hacen que todo ello llame la atención. Santibáñez el Alto nació como consecuencia de la época
árabe en la edad media, cuenta la leyenda, que para expulsar a los moros, una señora se valió de un rebaño de
carneros a los que les puso una antorcha encendida en cada cuerno y los moros pensaron que era un ejército, muy
numeroso, que se dirigía hacia la fortaleza y salieron huyendo, abandonando el castillo y así dicen que surgió
Santibáñez al amparo de sus murallas, y en tiempos de la Reconquista era la fortaleza más importante que en el
trayecto había para el paso de las tropas cristianas en la Lucha contra los moros.
Alfonso
l yerno de don Pelayo, reinando en Asturias, se aprovechó de las luchas
internas entre árabes y berberiscos para
apoderarse de Salamanca, Ledesma y Ciudad Rodrigo, ayudado por el valeroso
caballero francés
Teobaldo
Montesino, que se había visto obligado a refugiarse en España, acompañado de su
madre, la Condesa
Teodosiana
y de un gran número de fieles de su país, para no caer en
manos de su tío Carlos Martel, y Alfonso l
en recompensa por
los servicios prestados le dio Ciudad Rodrigo y sus tierras al valeroso
Montesino, con el fin de
que se asentarán
cuantos franceses y españoles, por haber combatido al triunfo de las armas cristianas
y contribuido en la lucha contra los mahometanos.
La Condesa Teudosinda en su huida a España,
trajo con ella el cadáver de su esposo, el Conde Grimaldo y siendo dueña y señora de todas estas tierras, la
"transierra", mandó edificar un convento bajo la advocación de San
Juan Bautista, para darle sepultura a su
esposo el Conde Grimaldo, el sitio que había elegido era una gran montaña de Difícil acceso, en cuyo pico, años más tarde surgió, el
lugar de Satiajene y durante la
reconquista se conocía con el nombre de San Juan
de Mascoras o Mascuelles, que después, finalmente, se
denominó
Santibáñez el Alto, nombre actual. Se conservó entre las derruidas paredes de la ermita de San
Juan, una enorme pila de piedra de granito de una Sola
pieza, en la que según referencia de los naturales de aquellas tierras, fue
bautizado el Conde Teobaldo, de donde se deduce,
que no era cristiano cuando huyo de su país y se refugió en España.
En el año 812 los descendientes de los galos
se afincaron en la comarca romana huyendo de Mohamed
de
Córdoba
y en unión del obispo de Coria (Hilario), se vieron obligados a refugiarse en
unos picachos de la carpetovetónica y
en atención a que siempre habían residido allí, se le denominó Sierra de
Francia. Fernando ll de León dio a "la
orden del Temple” el castillo de Santibáñez en el año 1.166 cuando se lo
arrebató a los moros pero al poco tiempo los
moros lo conquistaron y fue su hijo Alfonso IX el que recuperó nuevamente el castillo al arrebatárselo a los moros en el año 1.212. En
1.335 se concedía "la orden de la Encomiende" al castillo de Santibáñez, que lo había ordenado Alfonso XI
Si
de La Casa del Tío Benito empiezas a visitar el pueblo lo primero que debe ser
visitado es la Iglesia Parroquial, donde podrás
contemplar en la sacristía, que antes debió ser capilla, la bóveda de estilo
gótico y frente a la iglesia casas de
piedra de sillería con inscripciones árabes que los canteros ponían en sus
piedras para poder
Cobrarlas,
estas casas debían ser consideradas patrimonio nacional.
Al
visitar el castillo, lo primero que verás, es un arco debajo de la muralla,
puerta principal, también en la parte norte de la muralla
otro arco hallarás, llamado, creo que, arco de la traición, ambos de gran
originalidad. En las murallas nos encontramos
varios cubos de grandes dimensiones (donde se puede hasta bailar) que contenían garitas y aspilleras donde hacían guardia y que ya han
desaparecido, adjunto unos planos en los que se detalla la distribución de la fortaleza. Dentro del recinto amurallado
nos encontramos varias casas habitadas por vecinos de la localidad. En la fachada principal de una de estas casas, que está
próxima a la plaza de toros, se puede apreciar el relieve de dos caras, una de mujer y otra de hombre, talladas en
piedra de granito, ya bastante deterioradas por el paso del tiempo y las influencias climatológicas, por sus
rasgos faciales se puede apreciar que pertenecen a personajes árabes y que el escultor supo captar y talló con gran
precisión en su obra y en la que cualquier profano en la materia puede darse cuenta que en la cara de mujer hay
rasgos faciales que pudieran deferir más la procedencia y pertenencia árabe, lo que a pesar de no haber confirmación
oficial de su existencia en los archivos, nos hace pensar que deben ser de reyes moros que campeaban por estas
tierras en aquella época, al ser esta fortaleza la más importante en toda la serranía, y creo, que también, en
los trayectos hasta la mezquita de Córdoba y la
Alhambra
de Granada. La plaza de toros
digna de admirar ya que en ella se celebraban famosas capeas, los días 9 y 10
de Junio por la festividad de los
Santos Benditos patrones del pueblo, San Primo y San Feliciano, a los que un
Emperador de Roma los mando
arrojar a los leones en el año 266 y estos se echaron a sus pies, entonces
lleno de ira mando que les cortaran la
cabeza, santos de tanta admiración y devoción que hasta en la frontera
francesa, pirineo catalán en el Monasterio de
Ripoll en Girona, en el año 992 eran la imagen más venerada siendo este
Monasterio el más importante del
condado de Barcelona. La fortaleza está
dividida por las almenas que sirven de separación entre el cementerio antiguo,
la plaza de toros y la barriada de la
villa, en el interior de la fortaleza hay una cueva con dos salidas, una en la
base de las almenas y la otra en el
cementerio próxima al aljibe que también merece ser visitado, se dice que es la
cueva de Diego Corriente,
bandolero que decía: "yo, soy Diego Corriente, ladrón de Andalucía el que
a los ricos robaba y a los pobres socorría"
y en sus correrías hasta Extremadura venia y en las cuevas que él conocía se
escondía y así de la justicia huía, tenía una amante a la que la cantaba
"Consuelo del alma mía, la de los ojitos gansos, que triste está mi corazón el día que no te jabro".
En la muralla de la plaza de toros los
vecinos del pueblo y los visitantes ponían sillas para presenciar las capeas, Que mucha fama tenían porque se lidiaban reses bravas de
los habitantes del pueblo, que los mozos subían desde la dehesa hasta la plaza, como los Santitos son tan
milagrosos, siempre había algún vecino, que en agradecimiento
a la curación de algún familiar regalaba un toro a los Santitos. El médico del pueblo hijo de la localidad, había regalado
un toro que pesó más de cuarenta arrobas y era de tal bravura que no podían subirlo a la plaza y entonces pagó un
cántaro de vino en cada taberna para que los mozos subieran el toro a la plaza, estuvieron tres días corriendo
tras el ejemplar y como no se rendía, lo subieron en unas parihuelas que al soltarlo en la plaza no se tenía de
pie y desde un balcón le dieron agua con una cuerda atada a un cubo y se la bebió y como el toro no se
recuperó, el Alcalde ordenó cerrar la puerta de la plaza para que se repusiera el toro, pero un gracioso, rompió la
cerradura, abrió la puerta y el toro salió calle abajo y en la puerta de su amo se paró, la noticia al baile llegó y todos
en tromba salieron a ver el toro y cada vez que iniciaba algún movimiento, se atropellaban unos a otros hasta que un
guarda logró atarlo con una cuerda a un álamo que había
en una placita y en aquella oscura noche muchas personas con él se tropezaron y
se llevaron un susto de marca mayor y a la
mañana siguiente como el toro no reaccionó, el guarda con su carabina lo mató,
los vecinos compraron la carne,
al médico su importe se le entregó y éste al párroco se lo dio.
Voy
a contar un hecho que cuando era niño en la plaza sucedió:
Cuando
un maletilla con muchos apuros trataba de dar la estocada, el estoque fue
despedido y cayó a los pies de un ex legionario,
que no era del pueblo, estaba ebrio, cogió el estoque y citó al toro con la
mano, todo el mundo cerro los ojos, un
grito se oyó y el toro redondo a un lado cayó y el ex legionario ileso al otro,
por lo que el público los trofeos pidió y
la presidencia concedió, creyendo todos que los Santitos hicieron el milagro.
En la parte oeste del cementerio hay un
barrio con casas de construcción antigua sin nada de cal ni cemento pero de gran solidez, Castillo Alto y colindando se halla el
Castillo Bajo digno de tener presente, en el que hay una placita con un eucalipto que el que suscribe estas líneas
le tocó plantar cuando era niño y junto a la plaza vivía un alcalde, que para empedrar la plaza, se le ocurrió romper
un pilón de grandes dimensiones que servía para abrevar
los caballos de los árabes, no supo lo que hacía y merecía haber sido castigado
por tal osadía, no sé cómo aquel pilón tan
enorme pudieron colocarlo en el sitio que estaba. En el centro del pueblo hay
una placita, que se conoce con el
nombre de la plaza del "Rollo", donde hay un crucero de piedra
granítica donde se pueden apreciar restos de anillas
incrustadas en la columna, donde sujetaban a los condenados y también a los
esclavos.
Entre
los muchos miradores que tiene el pueblo, merecen citar: la famosa Corredilla,
la peña Gorda, las murallas con sus cubos, las
escuelas, el huerto Faratao (hoy en día aparcamiento de coches), junto al
mirador de las pilas las zorras, que era
un entresijo de peñas con cuevas a visitar y si vienes provisto de prismáticos
contemplarás desde los miradores
una panorámica que te llamará la atención apreciando todos los pueblos de la
comarca. En la plaza de la Correra está el
Cristo de la Victoria que como viajero debes visitar, este cristo en la época
de la sequía se sacaba en procesión al
mirador de la peña gorda y mediante rogativas la lluvia se le pedía y a los
pocos días siempre llovía. Frente a la
Ermita hay un crucero de piedra de granito de una sola pieza, que merece ser contemplado.
También merecen ser visitadas las calzadas
romanas, interesantes e importantes, en el centro de la calzada de la zona norte hay una piedra tan desgastada que tiene la forma
del pie y me pregunto, ¿cuántas veces se habrá pisado
esa piedra para tal desgaste?, a pocos metros del cruce que va a la fuente de
los Frailes, siempre el depósito lleno
estaba con agua cristalina y de gran salubridad, la otra fuente, la fuente
Pica, sita en la parte sur del pueblo entre
rocas nacía y en verano siempre había que esperar a que manase para poder
llenar el cántaro botija pero era tan
cristalina y de tal salubridad, que bien merecía la pena esperar, eran las dos
fuentes que abastecían de agua
al pueblo y había que subirla en caballería. El castillo de Santibáñez y la almenara
de Gata hermanitos son, y en el corpiño de las
faldas de esta dama una fuente nació, que dio origen a la ribera de gata y que varios alcaldes sus aguas pretendían, pero la alcaldesa
de este pueblo, como ave voladora, una oferta hizo al dueño de la fuente, la oferta fue aceptada y la propiedad
del agua al pueblo pasó y en lo alto de Santibáñez el alto el depósito se instaló y desde ese mismo momento
caballerías, aguaderas, cantaros y botijas a la historia pasaron. Por lo que bien merecía una placa de recuerdo y
agradecimiento en la que se pudiera leer "La Gran Alcaldesa Carmen Asensio Baile, lo que no arrastran carretas lo
arrastran tetas, El Agua a Santibáñez, año 1.975, tu pueblo no lo olvida". No ha habido regidor ni mandatario que
se haya preocupado de tal placa, por olvido, dejadez... Citemos aquellas palabras del antiguo testamento: "con
la misma medida que midáis, se os medirá a vosotros y no quedará en el olvido el favor hecho...", o como
aquella frase del poeta que dijo" me hiciste reír y rezar, me enseñaste a Amaury también a llorar”, Solo el amor puede
salvamos, San luan decía: "el que no ama permanece en la muerte”, San Pablo: "si me falta el amor no soy
nada y nada puedo hacer", En un corazón que ama siempre es navidad y también felicidad, y amarás al prójimo como a
ti mismo. Pasando por la fuente Pica se llega a
los Pajares, a través del resbaladero en donde los vecinos del pueblo apacentaban sus ganados y para subir y bajar el citado
resbaladero hay que tener muy buenos pulmones, en este resbaladero, también, hay piedras muy gastadas, una vez en
los Pajares, que están en la dehesa, hay un arroyuelo que divide la dehesa en dos partes, en este regato, llamado
del Hondo najo hay una fuente que es medicinal, llamada
"la polvorosa” y hay un permiso para que se construya un balneario, pero
como estamos en época de crisis hay que
esperar a que los tiempos sean mejores. No podemos olvidar de citar la calzada
romana, llamada de las eras que desde
la parte oeste del pueblo nos lleva hasta el pilar de las eras, pilar de
grandes dimensiones que en la época de la
trilla abastecía a los vecinos del pueblo que en los meses de julio y agosto
hacían la vida en los mencionados pajares
para trillar los cereales que en octubre y noviembre habían sembrado, el agua
de este pilar es como todas las
aguas del pueblo, cristalina y de tal salubridad. Partiendo de este pilar y
siguiendo el camino de la derecha hacia el
Salto, un poco antes de llegar y frente a la calleja de las Tierras de
Navarros, a la izquierda del camino hay un
conglomerado de piedras de gran tamaño, donde se halla lo que llamamos el
“Pilón del Moro”, peña entre peñas,
donde en la parte central hay una, que sobresale por su tamaño, donde hay una
pila rectangular en la que los árabes
pisaban las uvas para hacer vino, ya que el mosto caía a otra pila inferior,
todo merece ser visitado al no haber cosa
igual. También en la citada dehesa podemos
contemplar la piedra más grande de todas las habidas en el lugar, la llaman el "Canchal del Cohete" y desde ella los
vaqueros vigilaban la ganadería de los vecinos del pueblo, esta denominación se debe a que en los días de las fiestas de San Primo, San Feliciano y San Juan Bautista, días en los que se celebraban las capeas, los vaqueros que se
encontraban en el canchal, antes de que fuese de día, lanzaban un cohete para avisar a los mozos de que en las
primeras luces del día estuviesen en los sitios asignados para empezar a reunir a las reses en el valle del Ruero y
desde allí por la calzada de las Eras, subir las vacas a la plaza, donde los vaqueros hacían la selección de los
animales a torear, ya que las vacas con cría o preñadas las saltaban para que se fuesen a la dehesa y se avisaba de la
suelta mediante un toque de las campanas del
campanario, para
que los habitantes y forasteros se resguardan por si alguna res se despistaba
del camino a seguir y algún
susto diera paseándose por el pueblo. También, es de mencionar el "Cancha!
de la Estrella" piedra que se puede apreciar desde las Eras, de contorno irregular, de coloración más clara que las de su entorno,
se halla en posición vertical en la falda de la sierra, su peculiaridad se debe a que a los trilladores y demás
trabajadores que se encontraban en las Eras, les servía de reloj solar, porque
a la hora de comer, a una parte de la peña le da el sol y a la otra la sombra.
En
el Salto había una piedra, que merece una mención especial ya que el que
suscribe estas líneas pudo contemplar cuando
algunas veces iba de caza por aquel lugar, dicha piedra tenía marcadas las
cuatro herraduras de un caballo y cuenta la leyenda, que era un caballo árabe
que desde el castillo de Santibáñez saltó y en la peña cayó, pereciendo el caballo y el jinete, pero al hacer la
carretera que va al pantano de Borbollón la cubrió sin respetar su gran valor y significado, ya que las carreteras no respetan ni lindes, ni propiedad, ni
cosas de gran valor, como esta.

Santibáñez
el Alto, pueblo antiguo que siempre ha merecido ser visitado, sus calles tenían
un empedrado que en ningún otro pueblo de la sierra había,
en las fachadas poyos había donde las amas de casa se sentaban para coser y tomar el fresco, los balcones con grandes losas sobre
soportes de cantería incrustados en las paredes. El
pisar de las herraduras sobre el empedrado música parecía, pero con la subida
del agua y la venida del motor, poyos y empedrado
han desaparecido, pero aun así, el pueblo no ha perdido su encanto y
admiración. El pantano de
Borbollón merece, también, unas líneas: el día que el Caudillo lo inauguró en
una gran fiesta se convirtió, era tal
el gentío que parecía una gran capital, sus aguas anegaron gran cantidad de
tierras de gran valor desfavoreciendo a
vecinos del pueblo, para mejorar a otros pueblos que lo necesitaban más que
Santibáñez, hoy en día los aficionados a la pesca pueden disfrutar por su gran variedad de peces,
este pantano tiene una isla que la grullas por suya
suelen tomar y que los visitantes pueden contemplar o si prefieren en una barquita a la isla pueden llegar y en
el merendero pueden degustar.
Ahora
hablemos de algo tan importante como es la comida. El turista puede comer
mediante encargo en
“La
Casa Rural del Tío Benito", en el café de la Portuguesa, en el café-bar
Sonia y Yoli, también en el hogar del
Pensionista,
en cualquiera de estos establecimientos podemos degustar platos como el
gazpacho del labrador con poleo, o el
gazpacho compuesto con huevo cocido, etc..., en verano, ambos de gran aroma,
sabor y ricos en
Vitaminas,
minerales y oligoelementos etc... También, carnes como la caldereta de cordero,
pescados frescos del pantano y no
digamos de la tortilla española con huevos de corral que en nada tiene que
envidiar a la famosa tortilla de las
Casillas de Betanzo, donde el Caudillo cuando iba a Galicia solía degustar,
tortilla que tiene mucha fama por su
composición al no haber otra igual. Y si visitas el pueblo en invierno podrás
degustar las famosas migas blancas de
pastor, cocido con chorizo de cerdo ibérico, todo tipo de legumbres, carnes y
pescados, churros calentitos con
chocolate "Elorriaga" o café aromático de Brasil, la Estrella, o el
Caracolillo, ambos de gran aroma y sabor.
SANTIBAÑEZ EL ALTO
JULIO 2014.